PEQUEÑAS SEMBLANZAS DE GRANDES MIERENSES: Silvino Argüelles

Aunque nació en Tudela Veguín (Oviedo) el 5 de febrero de 1919, de muy pequeño se trasladó a vivir a Santo Emiliano, donde pasaría el resto de su vida. Dio sus primeros pasos en el mundo de la música de la mano de su madre, Luz, conocida, por su buena voz como “La Calandria”. Con solo quince años se sube por primera vez a un escenario, en concreto, el del cine de Vegaotos. Lo hace dentro de un grupo de teatro contratado para amenizar un certamen de folclore y, ante la ausencia de uno de los cantantes, los organizadores le animan para que, además de actuar, cantase.
*El cantante, en la portada de uno de sus discos.
Aquella fue la primera actuación. Tras ella vendrían otras muchas en Mieres y Langreo, todas ellas alabadas por la crítica. En 1938 entra a trabajar al pozo Tres Amigos y siete años después, abandona Asturias para trabajar en las minas del Pirineo. Allí, cuentan, cantaba tonada para los asturianos emigrantes en Cataluña e, incluso, probó a cantar flamenco y otros ritmos a los que él no estaba habituado.
Tras un grave accidente en la mina donde trabajaba, vuelve a Asturias y se instala en El Quempu (muy cerca de Santo Emiliano). Vuelve a trabajar en la mina (en Castar) y a cantar. Algunas de sus canciones más populares son “Farola de Xixón”, “Sidriquina la de Asturias” o “El cielo ye pal mineru”, entre otras muchas.
Se jubila de la mina en 1966, dedicándose desde entonces y hasta su muerte a todo lo relacionado con la canción asturiana. Fallece en Mieres el 3 de noviembre de 1986 a causa de un tumor cerebral.
El 18 de abril de 1999 el Ayuntamiento de Mieres le dedica una calle de la plaza de Requejo. Además, desde el 2003 el Ayuntamiento de Mieres organiza el Memorial Silvino Argüelles, que, año a año, distingue a las mejores voces de la canción asturiana. Este mismo memorial era organizado, desde 1987 y hasta 2003, por amigos del cantante.

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